La Inversión de la Pirámide Poblacional, ¿Oportunidad para los jóvenes migrantes?

La dinámica poblacional en los países desarrollados viene reflejando una situación particular y por demás preocupante. La pirámide poblacional ha evidenciado un proceso de inversión.
Parece que el desarrollo de los pueblos es inversamente proporcional al deseo de procrear, y la evidencia de ello está en la vuelta de cabeza que la pirámide poblacional ha hecho en continentes como Europa.
Datos del Eurostat, indicaron que hasta el 2019 la segmentación etaria presente en Europa esta mayoritariamente ubicada entre los 30 y 60 años, y en menor proporción entre los 0 y 29.
Según esta data, es bastante claro, que quienes hoy tienen más de 50 años, tomaron la decisión de dejar de reproducirse con la misma asiduidad de sus congéneres de mayor edad.

Las causas de esta decisión pueden ser diversas, y se puede especular mucho acerca de ellas. Algunas razones pueden ser favorecer el desarrollo intelectual y laboral del individuo, descargar al mundo de tantos humanos consumidores, la evolución feminista, o la presión psicológica que la sociedad ejerció sobre estos individuos, acerca de la importancia cultural del «Yo» postmodernista, sobre el «Nosotros» típicamente modernista.
Desde cualquier punto de vista, los hechos son los hechos, y la realidad es que hoy nacen menos niños que antes en Europa, y proporcionalmente hay mas viejos que se van a jubilar algún día y necesitan quien los apadrine para su supervivencia.

El actual aparato productivo depende de la mano de obra “joven” para mantener a los “viejos”, cuando estos de forma justa han decidido dejar de trabajar y disfrutar de sus últimos años de vida. Es aquí donde se supondría una ventaja competitiva para los “jóvenes” de otros continentes, para ocupar los puestos de los no nacidos que hacen falta para equilibrar el sistema. Es evidente que hoy países como España y Portugal, están flexibilizando su ley migratoria, entendiendo que tienen un banco de obreros en Latinoamérica, buscando favorecer una migración controlada pero necesaria, para mejorar las condiciones económicas de un continente con sed de trabajadores. Es probable, que la Unión Europea también se haya percatado de eso, y esté mirando a la península ibérica como la fuente de mano de obra vital para sus sociedades.
Esta situación aparentemente será constante hasta por lo menos el 2100, donde se prevé un aparente equilibrio entre jóvenes y viejos, para que los primeros garanticen el bienestar de los segundos.
La mesa está servida para todos, la necesidad de mano de obra en Europa es una realidad, y ahora solo falta que los migrantes que aspiran a ocupar este sitio, logren cumplir con las expectativas de los países de acogida, y para ello, lo más importante es hacer las cosas… al derecho.

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Por favor acceder para comentar.