Esta es la confusión más presente en el status de los migrantes. Siendo lo más sucinto posible, lo más importante es tratar de entender que no existe ilegalidad por estar en un territorio sin cumplir la norma migratoria; es decir, en pocas palabras no existe la estancia «ilegal» en un territorio que no es nuestra nación.
Quiero explicar esto un poco más:
Al usar el término “ilegal” para referirse a las personas que no tienen documentación en el país de destino, presupone una serie de aspectos degradantes para un ser humano, ya que esta palabra es asociada directamente a la delincuencia, lo cual a todas luces no es la condición por sí misma del migrante, y que desafortunadamente conlleva a la negación de derechos, el maltrato o la segregación de la que desafortunadamente son víctimas muchos viajeros. Por tanto es urgente hacer pedagogía acerca de la forma correcta de utilizar los conceptos.
Un migrante no es «ilegal», al no haber surtido correctamente el proceso de migración en un territorio. En un término medio, podría hablarse de que esta en una situación irregular En el caso más extremo podría estar en condición de indocumentado.
Un ejemplo de un indocumentado puede ser fácilmente aquel migrante que ha llegado a las costas del país soñado, y en su viaje no ha pasado por ningún control migratorio. En este ejemplo el migrante solo cuenta con la documentación de su país natal, o carece de toda documentación por perdida o robo. Este indocumentado, necesita iniciar un proceso de documentación en el país de destino, lo cual no implica expulsión del territorio, ya que el hecho de que esté documentado y entre en un proceso de regularización, le permitirá acceder a los beneficios que el país de acogida le pueda ofrecer para su particular situación.
Un ejemplo de situación irregular, es la de aquel viajero que, aun pasando por el control fronterizo, ha decidido quedarse incumpliendo los plazos establecidos en la ley de migración del estado de acogida. Como se puede ver, la indocumentación implica una situación irregular, pero la irregularidad no implica indocumentación, dado que el migrante irregular, tiene un documento internacional que lo identifica plenamente, aunque este se halle caducado o vencido. En esta situación de irregularidad, el migrante también tiene derecho a recibir los beneficios que el estado de acogida le brinde a la población que se encuentre en su misma situación.
Es decir: no existen migrantes ilegales.
Tal vez el migrante esté indocumentado o en situación irregular. Y de estos dos conceptos al primero, hay diferencias que son importantes de aclarar para mejorar el entendimiento y el buen trato.
No olvidemos, que el migrante viaja a otro país, buscando un futuro negado en su tierra, tiene la ilusión de mejorar la condición de su familia, y aunque su estado migratorio en el país que lo acoge, sea crítico y muchas veces injusto, sabemos que por el bienestar de la familia, estará dispuesto a hacer cualquier sacrificio, razón por la cual, desde cualquier punto de vista, no es bueno añadirle a esta situación, el estigma de decirle que es «ilegal».